¿Y la máscara, Presidente?
- Pablo Restrepo Sánchez
- May 5, 2023
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Después de nueve meses de gobierno, el Presidente Gustavo Petro ha comenzado a mostrar una nueva cara al País. Desde el inicio de su gobierno, Petro ha hablado de paz, integración y unidad, y ha buscado implementar sus reformas de manera adecuada, haciendo alianzas con partidos tradicionales y de derecha, logrando así una mayoría en el Congreso. Sin embargo, después de meses de discusiones sobre reformas de pensiones, laborales y, sobre todo, de salud, los partidos tradicionales como el Liberal, el Conservador y la U se retractaron el 26 de abril del presente año, dando la espalda a un gobierno egoísta, soberbio y narcisista.
El presidente, al ver que la coalición se había roto, ha dejado un panorama preocupante y dictatorial, similar al de Pedro Castillo en diciembre de 2022. Petro ha desvinculado a la mayoría de su gabinete de ministros, incluyendo a Corcho (Salud), Ocampo (Hacienda), López (Agricultura), Reyes (Transporte), Prada (Interior) y Urrutia (TIC), y ha dejado al canciller Álvaro Leyva, al enemigo de las Fuerzas Armadas Iván Velásquez (Defensa) y a la cuestionada ministra de Minas, Irene Vélez.
En su discurso, en un tono engreído, aclara lo siguiente: "Este gobierno de emergencia tiene que instalarse ya, ya que el Congreso no fue capaz de apoyar unos artículos muy pacíficos... ya que no es posible, nos tocó gobernar de emergencia". Argumentando que es de alta necesidad la aprobación de sus reformas, sabiendo que las quiere sacar por su ego a patadas y para acabar con lo bueno que han hecho los gobiernos pasados. Sin embargo, los liberales, conservadores y lo de la U ya se echaron para atrás al darse cuenta de que los políticos manejarían la salud, los costos laborales aumentarían exponencialmente, aumentando el desempleo, y las pensiones futuras y actuales estarían en riesgo.
Adicionalmente, menciona la eliminación del artículo en el que es posible la negociación de las tierras en su plan nacional de desarrollo, y tras esto, en un tono muy amenazador, dice que la única opción para la distribución de las tierras y cumplir con los acuerdos de paz sería la expropiación.
Según la encuestadora Invamer, la desaprobación del jefe de Estado ha pasado a un 57% de desaprobación y del 56% al 35% de aprobación, en lo que lleva de mandato. Seguramente sus innecesarias reformas, los supuestos dineros sucios de su hijo, los nombramientos injustificables de cancilleres, los amigos de la primera dama, los nexos de su hermano Juan Fernando y cuantas barbaridades más han hecho despertar a Colombia. Ahora el nombramiento de su amigo Ricardo Roa como presidente de Ecopetrol, que insiste en la importación de gas desde Venezuela, ya que Colombia tiene mucha plata, pues regalémosela a la dictadura, e inflemos los precios en el País.
De las cosas más preocupantes es la posición que ha tomado el jefe de Estado frente a los casos de Pedro Castillo y Nicolás Maduro. El primero, tras la ausencia del expresidente en los congresos de Honduras, República Dominicana, Perú, Brasil, aseguro en su discurso en la OEA, que Castillo está sin sentencia judicial, sin derechos políticos, en contravía de la carta democrática, pero se le olvida que perpetró un golpe de estado, en el que cerraba el congreso, irrumpía instituciones para así generar una constituyente, en el que se tomaron acciones y fue desobedecido, y procesado por su capacidad inmoral permanente, ahora acusado por delito de rebelión contra el orden constitucional y el estado de derecho, y finalmente pero no menos importante; corrupción, en el que sus ministros, familiares, y amigos fueron los colaboradores en su contra.
Ahora, el “canciller venezolano “cómo ya lo conocen en Caracas, le pide a Joe Biden, Presidente de los Estados Unidos, que levanten las sanciones contra Venezuela.
Es realmente peligroso que Petro no reconozca a estos dos como unos delincuentes, justificando sus acciones, dándonos un panorama incierto, en el que indirectamente nos dice que él puede llegar a asemejarse, que no tiene nada de malo. ¿Qué paso con el Petro del principio? El pacífico, aquel que guardaba silencio con la dictadura y criticaba fuertemente a los partidos tradicionales, a las subidas de precio de la gasolina, aquel que criticaba la corrupción y los movimientos sucios de gente cercana al congreso, con todo lo que le criticaba a Duque, ¿Qué paso con la máscara, presidente? 9 meses de gobierno y cada vez se le va quitando un poco más la silicona.
Es hora de que el presidente se dé cuenta de que le ha quedado grande ser el jefe de estado y de que no todo lo que él dice es la razón. No puede ser irracional y egoísta con el país. En lugar de pedir la renuncia de sus ministros, debería considerar en colgar la banda. Ahora el gobierno Petro es minoría en el congreso, vamos a ver la reacción del mandatario, ¿Se terminará de quitar la máscara para sacar adelante su obsesión?
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exclusivamente la opinión del autor.
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